viernes, 26 de agosto de 2016

Atletismo Sudamericano y Alemán. Sarbrücken, Alemania 1962

Después de las Juegos Iberoamericanos realizados en Madrid octubre 1962, la Confederación Sudamericana de Atletismo conformó la selección atlética para ir a un evento con la selección de Atletismo de Alemania en la ciudad de Sarbrücken los días 20 y 21 de ese mismo mes y año.
El conjunto de Sudamérica estuvo conformado por los siguientes atletas:
Roberto Abugattas ( Perú), Domingo Amaizon (Argentina), Harvey Borrero (Colombia), Roberto Chapchap (Brasil), Alfonzo Coel ho Da Silva (Brasil), Juan Dyrzka (Argentina), Theodoro Flores, (Guatemala), Hortensio Fucil (Venezuela), Dieter Gewert (Chile), Guaita Orlando (Chile), Henrique Helf (Argentina), Arquimedes Herera (Venezuela), Julio León (Chile), Victor Maldonado (Venezuela), Sebastian Mendez (Brasil), Luis Meza (Chile), Sylvio Moreira (Brasil), Carlos-Luis Mossa (Brasil), John Muñoz (Venezuela), José Neira (Colombia), Newton Nogueira de Castro (Brasil), Alberto Rios (Argentina), Jesús Rodriguez (Venezuela), Rafael Romero (Venezuela), José Telles da Conceicao (Brasil), Hector Thomas (Venezuela) y Ricardo Vidal (Chile).
Firmas de los atletas sudamericanos

Una experiencia inolvidable pertenecer a esa constelación de estrellas del atletismo sudamericano. Nos hospedamos en la Escuela de Deportes de Sarbrücken, edificaciones rodeadas de hermosos jardines, árboles inmensos y una bellisima flora, aulas, comedores, piletas, gimnasios y todo lo que necesita una Institución formadora de docentes del deporte, una estadía para no olvidar jamás.
La competencia se efectuó en un estadio repleto de amantes del atletismo, evoqué aquel estadio de Berlin donde presidía la tribuna Adolfo Hitler el día que vio con asombro como el estadounidense Jesse Owen derrotó a los mejores atletas de Europa y entre ellos a los atletas de la supremacía aria.
Rafael Romero - el zuliano - que había sido declarado el mejor atleta en Madrid, también derroto en 100 y 200 metros a los alemanes.
En esa misma ciudad nos llevaron a las Bodegas de Vinos del Rin, que queda debajo del Río Main. Pasamos parte de la mañana escuchando las anécdotas de como catan el vino los alemanes y salimos con un bagaje de conocimiento en esa materia a dar un paseo en barco por el hermoso río.
La noche la pasamos en un castillo que perteneció al Emperador Barba Roja en la cúspide de una colina donde se divisaba la hermosura del milenario Río orgullo de los "teutones" como algunos llaman a los alemanes.
Frankfurt 1962
A los dos días de pernoctar en el inmenso Castillo del Emperador Barba Roja, viajamos a la ciudad de Frankfourt de donde partiríamos a Madrid y luego a Caracas. Al siguiente día de estar en esa bella ciudad, vimos un inusitado movimiento bélico, convoy de soldados, tanques de guerra, cañones, vehículos camuflados de todo tipo. No sabíamos a quien preguntar que era lo que pasaba, pensamos entre todos que a lo mejor había un desfile como los que hacían en Venezuela - pues no - no era ningún desfile, y nos enteramos al ver a nuestro entrenador Ladislao Lazar, quien leía la prensa con el rostro desencajado, muy nervioso quedamos perplejos cuando nos anunció que el movimiento de soldados y armas de guerra obedecía a que se dirigían a los aeropuertos civiles y militares para viajar a la Isla de Puerto Rico por cuanto el Presidente John Fitzgerald Kennedy había mandado a bloquear aun barco que se dirigía a Cuba transportando misiles de guerra y se temía el estallido de la Tercera Guerra Mundial.
Los nervios del profesor Lazar eran más que justificados; él de origen Húngaro, había participado en la segunda guerra mundial.
De tal manera que tuvimos que esperar por varios días, que los soldados americanos, terminaran de desocupar los aeropuertos para poder desplazarnos a Madrid.
Una de esas noches, cuando estábamos cenando en Drehrestauran, donde divisábamos una gran parte de la ciudad, y escuchando una hermosa canción italiana llamada Aldila, (en español "mas allá"), nos invadió a todos una profunda nostalgia al pensar que la tercera guerra mundial nos podía agarrar en la lejana Alemania.
Drehrestauran

La movilización de tantos soldados americanos era porque la Mayor Estación Militar de los Estados Unidos estaba situada exactamente en Alemania, en Frankfourt.
Al final vía Madrid-Caracas llegamos sanos y salvo a disfrutar los éxitos del triunfo deportivo...! 



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