domingo, 31 de julio de 2016

Encuentro con Juan Almeida

Una noche cualquiera me encontraba en la barra de la Cervecería El Manchego en Bello Monte hablando con el gerente Naranjo y entre otras cosas le dije que al día siguiente me iba para la Habana al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y un señor que estaba sentado a mi lado se presentó como Carlos Díaz.  En medio de la conversa me dijo que él había sido el cantante de boleros de la famosa orquesta cubana Casino de la Playa y que era cuñado del Comandante Juan Almeida el tercero a bordo del gobierno cubano después de Fidel y Raúl, cosa que era muy cierta.  Entre cerveza y cerveza me dijo que, si yo podía llevar a Cuba una maleta al Comandante y le dije que sí, me invitó a su apartamento en la Av. Andrés Bello, en el Edf. en donde una vez funcionó la tienda VAM, me presentó a la esposa, hijos y llamo a Cuba y le dijo a Juan Almeida que yo le llevaría una maleta y que me hospedaría en la Escuela Lenin.  Abrimos la “rolo” de maleta y había desde ropa para adultos, niños, mujeres, cosméticos femeninos, medicinas, perfume, etc. Tuve que cargar con ese peso, yo que siempre viajaba con un maletín y en el país a donde iba compraba una maleta.  Al día siguiente de haber llegado escuché por los parlantes que el Comandante Juan Almeida me solicitaba en la "carpeta central", aquí la llamamos recepción; subí y como en efecto ahí estaba el célebre Juan Almeida quien había sido el trompetista de la Casino de la Playa, además de compositor de innumerables boleros muy conocidos.   Rodeado de sus guardaespaldas me envió con dos ellos a buscar la maleta; lo acompañé a su carro bajo la mirada de asombro de los empleados y transeúntes, imaginé que nunca habían visto al comandante en persona. 
Me acordé de ese pasaje de mi vida por la situación que estamos viviendo actualmente en Venezuela.
Yo le lleve esa valija al tercer hombre más poderoso de Cuba.  En el aeropuerto cuando la iban a abrir, di el nombre del destinatario de la valija y ni la tocaron.  
Juan Almeida falleció hace como 4 años, a Carlos Díaz, el cuñado y cantante también de Casino de la Playa, jamás lo he vuelto a ver.

sábado, 30 de julio de 2016

De Educación Media a la USB

Estaba en la cancha abierta del Liceo Lino de Clemente cuando uno de los bedeles me informa que tenía una llamada telefónica de la Universidad Simón Bolívar, cosa que me extrañó mucho, porque no tenía ninguna relación con esa Casa de Estudios; cuando atendí, la persona se identificó como la secretaria de la Dra. Senta Essenfel de Bruer, enseguida  inferí que era la joven que había trabajado conmigo en el Parque del 23 de Enero y que se había graduado  con distinciones  de psicóloga  en la Universidad Central de Venezuela.
Me alegró mucho escucharla después de tantos años, la conversación versó en su interés de hablar conmigo y para citarme a la USB al día siguiente.  Acordamos la hora, hablé con el Director del Liceo, le eché el cuento y al día  siguiente a la hora fijada estaba en la oficina de la Dra Essenfeld quien era la Directora de Desarrollo Estudiantil. Estaba acompañada del Licenciado Miguel Gómez Álvarez, luego de los saludos de rigor, entró de inmediato en detalles.  Expresó como había seguido durante todos esos años mi trayectoria deportiva y laboral, que me había llamado para ofrecerme la Coordinación General de Deportes de la USB y que si aceptaba tenía que comenzar a trabajar esa misma semana, quedé sin habla, sorprendido y sin pensarlo dos veces le dije que si  (tenía 15 años en Educación).  Acto seguido  me dijo: “párate que vamos al rectorado para presentarte al Rector”, y enseguida caminamos contemplando esos bellos jardines. Así llegamos a una casa colonial que era la sede del Rector Dr. Ernesto Mayz Vallenilla quien de inmediato me dio la bienvenida a la Universidad Simón Bolívar.
De regreso hablé con el Director del Liceo, Profesor Arecio Rodríguez, quien se alegró mucho y me expresó que esa oportunidad no podía desperdiciarla, además que me lo merecía.  Semanas más tarde,  él declaró a la prensa que el Ministerio había enviado a dos profesores a sustituirme pero que la actividad deportiva no era de la misma calidad.
Al comenzar mi labor y recorrer el campus de la USB me asombró y sentí así como me sentía cada vez que iba a Europa, nunca  imaginé que en Venezuela existiera una universidad enclavada en un sector tan hermoso, rodeado de montañas, jardines en construcción y edificaciones muy modestas  pero cómodas para ejercer la enseñanza; la mayoría de los terrenos eran rosales de todos los colores. En ese recorrido pude notar que en un espacio de esos rosales se jugaba fútbol, y existía  una canchita abierta de asfalto dirigida al voleibol y baloncesto. Eso era lo que había para la práctica del deporte.
Enseguida pensé que tenía que aprovechar esos enormes terrenos para el atletismo; las carreras de largas distancias no ameritaba estructuras y así lo hice.  Hablé  de inmediato con la Federación Venezolana de Atletismo para realizar las carreras de campo traviesa, las cuales comenzaron enseguida, el segundo paso era buscar al personal técnico apropiado para lo que yo tenía en mente.
Para el atletismo llamé a los entrenadores Roberto Sarmiento, Julio César Tovar  y  Antonio González porque la Universidad tenía el espacio para, además de las carreras, los lanzamientos. Aunque aún no teníamos estadio apropiado, estos entrenadores se encargaron de organizar el atletismo y armar un equipo con jóvenes entusiastas.  Algunos  de ellos compitieron internacionalmente en Juegos Universitarios Centroamericanos,  incluso uno de ellos impuso una nueva marca nacional con más de 5 metros, muy pocos venezolanos habían alcanzado esa marca, Constantin Zagustin era su nombre.
El crecimiento de las actividades deportivas de la USB se desarrolló más rápido de lo que se esperaba.  Se  le presentaron al   Rector Dr. Ernesto Mayz Vallenilla el proyecto para las instalaciones deportivas que pudieran hacerse por etapas.  Para  ello se necesitaba terracear los cerros situados en la parte sur de la universidad; aun allí vivían algunos pisatarios y las autoridades tuvieron que arreglar ese problema para poder comenzar lo planificado.  
Una  vez resueltos estos pequeños problemas comenzaron los movimientos de tierra para la construcción de los  Campos de beisbol, softbol, canchas de tenis y dos canchas múltiples de voleibol y baloncesto.  Una vez terminadas estas obras la organización deportiva se hizo más sólida, se contrataron a los entrenadores, se organizaron los diferentes equipos y se establecieron los horarios de trabajo del personal técnico y obrero para el mantenimiento de los campos que necesitan de mucha atención, sobre todo los campos con  grama, para eso pedimos ayuda al Señor Brígido Iriarte quien nos envió a uno de sus obreros (Abigail Azuaje) y como en el Manual de Cargos no existía la figura de mantenimiento deportivo se utilizó la figura de Supervisor de Edificios 1.
La siguiente etapa consistía en la construcción del gimnasio cubierto, la piscina olímpica y la cancha techada de fútbol sala.  Todo  esto se llevó a cabo con la colocación de la primera piedra por parte de las autoridades: Dr. Ernesto Mayz Vallenilla, Dr. Antonio José Villegas, Vicerrector Académico  y el Dr. Freddy Areaza Leañez, Vicerrector Administrativo; al mismo tiempo se diseñó el campo y la pista de atletismo, esto convirtió a la USB en la segunda Universidad en Venezuela en contar con instalaciones deportivas propias después de la Universidad Central de Venezuela.
Hay que destacar el inmenso apoyo que recibió la Coordinación de Deportes del Centro de Estudiantes quienes estaban completamente de acuerdo con todos los planes que se presentaban y apoyaban en los diferentes Consejos Directivos de la USB, sin el concurso de ellos se hubiera hecho más difícil la consecución de los objetivos, más adelante daré algunos nombres de estos bachilleres.
Una vez consolidados los diferentes deportes y especialidades, se pasó a la selección representativa de la USB para la participación deportiva Nacional incluyendo los Juegos Deportivos de Educación Superior (FEVEDES), donde nuestros equipos, durante el tiempo en que yo dirigí el deporte en la USB, lograron brillante actuación en deportes como ajedrez, atletismo, tenis de mesa, baloncesto masculino; varios de sus atletas lograron integrar las selecciones representativas universitarias en Juegos Universitarios de Centroamérica y del Caribe y Universiadas, considerados los Juegos Olímpico Universitarios.
Una vez que se logró la construcción  del Complejo de Deportes, la integración de los equipos, la contratación de entrenadores, se pasó a iluminar las instalaciones para alargar el tiempo para los alumnos que por motivos de horario no  podían en la mañana ni en la tarde, entrenaban en horas nocturnas.
En una oportunidad le comenté al Profesor Argimiro Berrío la idea de crear los créditos académicos en deportes con la intención de que los alumnos tuvieran una noción más allá de la competencia en el deporte, la idea le gustó pero había que instrumentarla.
Un sábado paseando por el campus universitario me encontré con el Rector Mayz Vallenilla y le manifesté mi inquietud y me dijo que lo consultaría con el Dr. Villegas Vicerrector Académico; a los días me llamaron y me dijeron que presentara el proyecto sin antes advertirme que quien se encargaría de dirigir los créditos mencionados tenía que tener estudios de cuarto nivel.  Enseguida  hablé con el Profesor Horacio Esteves, quien era profesor del Instituto Pedagógico de Caracas, el cual se comprometió en preparar el anteproyecto y así fue.  
Se le presentó al Centro de Estudiantes y luego a las Autoridades convirtiéndose en una asignatura electiva y otorgando tres créditos académicos que serían sumados al total  de los exigidos por las diferentes carreras para poder graduarse. Fue  la asignatura de mayor demanda del alumnado.
El profesor Estévez presentó sus credenciales; siendo aprobadas por la autoridad académica. Dirigió  la asignatura con éxito hasta su renuncia para luego encargarse de la asignatura el Profesor Robert Rodríguez  acompañado de los profesores Armando Zamora y Frank González; más adelante presentamos el proyecto de Créditos Deportivos para los alumnos que formarán las selecciones deportivas y sólo necesitaban cursar las clases teóricas.
Ese fue mi concepto  en la USB hasta mi jubilación.  Después  de eso, según tengo entendido, desaparecieron estas conquistas y hasta la fecha desconozco los motivos. Mis gracias eternas a los profesores Rubén Trejo, Alberto Alvarado, Manuel Luna, Frank González, Armando Zamora, Horacio Esteves, Robert Rodríguez, Raquel Morales, Sonia Sequera, Gastón Portillo, Pedro “mamiro” Jiménez, Francisco García, Joao Fagundez, Manuel Carrasquel, José Joaquin Flores Pino, Hildemaro Rosales, Horacio Rojas, Antonio Carrascal, Oswaldo Solórzano, Ramón Montezuma, Rafael Coba, Ramón Blanco, Antonio González, Roberto Sarmiento, Julio César Tovar, al compañero Raúl Prieto.
A la Dra. Senta Essenfel, Lic. Argimiro Berrio Brito, al Lic. Alberto Santana, Aníbal Gómez, y René Rivero, Directores de Desarrollo Estudiantil de la USB en ese largo periodo.
Los  bachilleres del Centro de Estudiantes, la lista la colocaré después porque son muchos y no quiero dejar a ninguno por fuera.

Liceo Lino de Clemente

Después de cumplir un año escolar en el Liceo Urbaneja Achelpohl, el Profesor Julio Miliani  que en algunos años después se convirtió en mi compadre me cambió para el Liceo Lino de Clemente, una creación nueva situada en la  California Norte con una estructura sencilla pero  construida con cariño.
Más fácil era llegar a “Quinta Alcántara” en la Parroquia San Juan aunque tenía que subir miles de metros parecido a la subida a “Sabas Nieves, Cerro  Ávila”; llegar al Lino de Clemente era una odisea porque no contaba con automóvil; se llegaba por la autopista hacia Petare o por Chacao; no existía Metro sino los eternos autobuses municipales blancos y azules, siempre feos, destartalados, impuntuales y siempre repletos  de pasajeros.  La  primera clase comenzaba a las 7 de la mañana, la población estudiantil era de Petare, el Marqués, la California Norte y Sur, Boleíta, Los Chorros; es decir de diferentes comunidades y estrato social. El plantel tenía unos jardines muy hermosos pero como casi todos los colegios públicos sin instalaciones deportivas.
Al  principio tuve que utilizar los pasillos y luego el Concejo Municipal que presidía Said Raydan a través de un amigo común el médico Carlos Torres Bracho (+), quien tenía unas horas de puericultura, nos consiguió que asfaltaran un terreno; así fue la génesis de una cancha con las medidas mínimas requeridas, por supuesto  que esto no fue la panacea porque cuando los alumnos tenían que hacer ejercicios en el suelo se quemaban porque el sol dejaba el asfalto hirviendo, luego pintamos las canchas de voleibol y baloncesto y mandamos a construir las torres, tablero y sus respectivos aros.
En los espacios donde  hoy está construido el Centro Comercial  el Marqués era un “peladero de chivo” y dos representantes muy conocidos del ambiente del deporte: Delio Amado León, conocido narrador deportivo y Aníbal Flores (Cabilla);  mandaron a construir el baques top, y nos dotaban de pelotas y balones de voleibol y baloncesto, (que maravilla).  Para  la natación me llevaba a los alumnos a la piscina del Liceo “Gustavo Herrera”. Nadie me iba a parar en mi objetivo de cumplir la asignatura a pesar de las limitaciones. Los  domingos me los llevaba al Cerro Ávila y pasábamos hasta el mediodía horas de actividades recreativas.
En época de vacaciones sacábamos los pupitres y aprovechábamos los escritorios para los juegos de ajedrez, mandamos a iluminar la canchita con la ayuda del Concejo y representantes quienes se incorporaron al programa deportivo del Liceo y compartían con sus hijos y profesores.
Jamás le pase factura al Ministerio de Educación por estas actividades que no aparecían en el programa y mucho menos las horas de la noche y los días  sábados donde se incorporaban los profesores entre ellos el director Arecio Rodríguez, extraordinario profesor y mejor persona (vecino del Nuevo Prado).  Arecio falleció muy joven, al igual que Samuel Rodríguez Barrera que al tiempo fue Director Académico de la Universidad Experimental Libertador (UPEL) y murió de un infarto en pleno consejo académico.
Con este grupo de profesores que aparte de cumplir con  dictar sus asignaturas se incorporaron al deporte los alumnos daban el cien  por ciento de sus habilidades. Cuando yo tenía que viajar al extranjero me hacían la suplencia alumnos de Educación Física del Pedagógico que yo seleccionaba.  Pedro Alexander Cortez, quien  había sido mi alumno en el Urbaneja Achelpohl y Alberto Centeno hoy día jubilado  y profesor de  Postgrado de Metodología de la Enseñanza.  

Algunos  alumnos del  Lino de Clemente ingresaron a estudiar Educación Física al Pedagógico entre ellos José Reina (+), Carlos Mejías y otros.  Tengo  que hacer honor a la Profesora Julieta Deternoz  que Dios la tenga en la Gloria por su denodada trayectoria en mi Liceo del Alma donde labore durante 15 años…después a la Universidad Simón Bolívar.

Del Consejo Venezolano del Niño a Educación

Del Consejo Venezolano del Niño a Educación
El  Profesor Julio Miliani hizo contacto conmigo y me nombró profesor de Educación Física con 16 horas en el Liceo Urbaneja Achelpol que estaba situado en el Valle donde había estado el Liceo Pedro Emilio Coll al cual le habían hecho su sede nueva.
La Director era la profesora Lilian de López y la casita era muy pequeña y estaba casi cayéndose;  el material era de bahareque y el techo de tejas.  
Daba las clases en el patio por donde pasaban los alumnos, bedeles, profesores,  representantes y todas las personas que iban a hacer diligencias;  un verdadero desastre, pero cumplíamos nuestra misión y esa oportunidad no la iba a desperdiciar.   Por  cierto,  ahí tuve dos alumnos de lujo, hoy día cada uno brilla en su profesión: Miguel Delgado Esteves, músico de reconocida trayectoria y Pedro Alexander Cortez, profesor de Educación Física, especialista en Ciencia Aplicadas al Deporte.
Después de cumplir un año de labores crearon el Liceo Lino de Clemente en la California Norte, una estructura que hacía juego con el diseño de la Urbanización y en donde laboré durante 15 años.  

Ese  será un capítulo aparte por las vivencias tan hermosas que atesoro de ese Liceo.

Al salir de la ENEF (Escuela de Educación Física)

Al salir de la ENEF (Escuela de Educación Física), con la caída de la dictadura de Marcos Evangelista Pérez Jiménez; el Pediatra Gustavo H. Machado, Presidente del Consejo Venezolano del Niño, crea la Dirección de Parques de Recreación dirigida a instrumentar un programa que había tenido mucho excito en Perú, (algo parecido a los Centros de la YMCA), pero más completos en infraestructura, para lo cual nombra al Profesor Daniel Dubuc, un peruano experto en ese programa, quien se dedicó a buscar a los profesionales que se encargaran de la dirección de los parques. El  gobierno selecciona varias zonas, 23 de Enero, Casalta, Propatria, Cútira, Lomas de Urdaneta, Coche, que fueron los primeros que comenzaron a construirse.
El  trabajo lo comenzamos de inmediato con un sueldo de Bs 700.  Nos dieron un megáfono para que en la mañana y en la tarde se explicara a las comunidades en que se basaban las actividades, ya que a la gente cuando  se les hablaba del CONSEJO VENEZOLANO DEL NIÑO lo primero que pensaba era en los centros de reclusión de los niños transgresores de conducta.  A  mí me correspondió el Parque del 23 de Enero detrás de un celebre bloque inmenso llamado el 7 Machos.
Todos  los días con mi megáfono le daba la vuelta a esas inmensas moles de bloques explicando  a todo  gañote lo que se haría en los Parques y con una mochila de pilas para cargar el megáfono que estaba en actividad unas cuantas horas al día.  Tenía  que tomar el agua que da tristeza para saciar la sed producto de la deshidratación  de tanto caminar, el calor y tanto hablar.
Los Parques contaban con biblioteca, piscina, cancha múltiple (voleibol, baloncesto, actividades de danzas y muchas otras más).  Las piscinas tenían 14 metros de largo por 7 de ancho, eran mantenidas de manera permanente para conservar la salud de los niños, además los vigilantes tenían su propia vivienda dentro de la estructura.
A  diario seguía con mí peregrinar de explicar y ya había captado a varios niños y jóvenes que hacían deportes, ellos me ayudaron bastante. Mi estrategia consistía fundamentalmente en explicarles a estas comunidades que tenían el derecho de hacer un uso correcto del tiempo libre y que debían conservar sobre todo la piscina.
Todo iba muy bien hasta que se inauguro el Parque y comenzaron las actividades de 10 am a 10 pm; los niños en la mañana y los adolescentes en la tarde; los más tremendos, para no usar términos peyorativos, comenzaron a saltar la cerca en la noche con sus respectivas bebidas espirituosas y a bañarse desnudos.  Esa  etapa fue un martirio, sin carro; cuando el vigilante me llamaba tenia que hacer maromas para llegar del Cementerio  hasta el 23 de Enero para tratar de convencer a los jóvenes que respetaran las normas.
Comencé  a nombrar a los lideres de la zona para que se convirtieran en responsables de la disciplina y me dieron excelentes resultados. Después  me cambiaron al Parque “Carlos Diez del Ciervo”  y a otros.
El Programa se extendió por toda Venezuela con óptimos resultados, no sé porque los gobiernos “copeyanos” debilitaron este excelente programa… por cierto que la joven que mandaron al 23 de enero  a trabajar en la biblioteca se llamaba  SENTA ESSENFELD, quien estudiaba Psicología y por la prensa me enteré que se había graduado Magna Cum Laude en la UCV.  Después de muchos años recibí una llamada de ella al Liceo Lino de Clemente y fue ella quien me llevó a la Universidad Simón Bolívar…donde por cierto trabaje hasta que me jubilaron…

Salón de la Fama Atletismo Venezolano. III Exaltación


8 de febrero 2013, 8:30 P.M. Cuento.

8 de febrero 2013, 8:30 P.M. Cuento. Una tarde en el Estadio del Paraíso en un descanso del entrenamiento me acerqué a un grupo de notables que eran asiduos al Parque, así conocí a un señor llamado Hernán Romero. Era el Director de la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) para Venezuela. En la conversación el relató que estaban preparando la Carrera Anual de Carritos YMCA y que cada niño tenia que fabricar su propio carrito para poder participar, pero que había un Centro YMCA en la Parroquia San Juan en un sector llamado “Quinta Alcántara”; además que eran pocas horas y el sueldo muy bajo pero que había una considerable población infantil. Me presente y me ofrecí para trabajar en esa zona. De San Juan lo que conocía era la fama de peleones y de un gran Campeón de Boxeo que asesinaron en una arepera, que después comenzaron a llamarlas tostadas, el boxeador se llamaba Oscar Calles y las paginas de sucesos y deportes hicieron un gran despliegue de la noticia. Llegué a un acuerdo con el Profesor Romero de asistir lunes, miércoles y viernes de 1 a 3 y 30 pm, … bueno amigos para llegar a “Quinta Alcántara” tuve que ascender como los buenos escaladores por lo empinado de la ruta, está en lo más alto del barrio. Sorpresa cuando me encontré que el sitio de trabajo era una casita muy humilde pero había material de trabajo, balones de voleibol y baloncesto y todo se tenía que hacer dentro de la casita; porque, imagínense ustedes, si hubiera sido afuera del cerro los balones hubiese que buscarlos a la Av. San Martin. Cumplí mi rutina cabalmente, se construyeron tres carritos, las ruedas, el volante y el sistema de frenos era lo que donaba la YMCA lo demás teníamos que hacerlo nosotros ayudados por los padres y representantes. Hasta que llegó el gran día de la competencia en la Av. Venezuela en la Urb. El Rosal; llevamos los carritos en un camión de volteo de uno de los padres y adelante íbamos todos como “sardinas en lata”. La avenida estaba totalmente llena, carritos increíbles, muy bien construidos, hermosos; y al verle la cara a mis niños les dije “lo importante es que se cumplieron todos los requisitos de la YMCA de tal manera que siéntanse orgullosos de estar presentes y haber sido aceptados para competir”, como en efecto así fue. Aún sigo siendo muy amigo del profesor Hernán Romero quien se mantiene muy bien de salud a pesar de los años, trabajé unos tres meses más y el propio profesor Romero fue quien me recomendó que ingresara a la Escuela Nacional de Educación Física y Recreación de donde egrese después de muchos años. Siendo Jefe de Deportes de la Universidad Simón Bolívar recibí una visita de un joven que se presentó con el nombre de Jacinto Morales Bueno, Jefe del Departamento de Matemática y me dijo: “Profesor Muñoz me he enterado que usted es el Director de Deportes y he venido a saludarlo después de tantos años sin verlo personalmente; yo fui alumno suyo en “Quinta Alcantara”… continuaremos…

7 de febrero de 2013

Hoy 7 de febrero de 2013 a las 5 de la mañana no podía dormir mas, y no hay nada mas fastidioso para mi que estar en la cama con ganas de dormir y no poder lograrlo y se me ocurrió no prender ninguno de los aparatos de tv, (tengo uno en todos lados), sino prender la computadora para echar un cuento de cuando yo era muchacho. Me levante y me fui a la cocina aterrado a prepararme el primer café del día, se preguntaran ¿aterrado? ¿por qué?; por el chiripero que hay en ella, he mandado a limpiarla, le he echado todos los productos habidos y por haber y nada que mueren, se multiplican. Bueno me preparé mi café en la cafetera nueva por cuando una señora amiga que vino a casa botó el filtro en la basura porque ella creía que era desechable. El cuento antes que se me olvide, desde muy niño me gustó correr, jugar beisbol, fusilado, policía y ladrón, (siempre quería ser el ladrón para correr más y que los policías no pudieran agarrarme, hasta que un día se creó en mi barrio el Cementerio un movimiento deportivo que llamaron “El Atlántico”, el nombre no se de donde vino, pues bien un día nos llevaron a todos los zagaletones en un camión de estacas previo permiso de nuestros padres al Estadio Nacional del Paraíso. Recuerdo que era un sábado, imagínense yo en el templo de Brígido Iriarte, Mauricio Rodríguez, Enrique Isturiz, Guillermito Gutiérrez, Filemón Camacho, Francisco Córcega, las hermanas Rivero, Josefina y Dora, Josefina Romero y pare de contar, que alegría sentía al estar allí. Una tarde salí del Estadio al Parque de los Caobos, lo conocía por fuera porque me iba a patinar en las misas de aguinaldos con mis amigos, pero no lo conocía por dentro, el interés de ir ahí fue porque me habían dicho que había una pista de atletismo y como en efecto la había pero era una sola recta. Me llamó mucho la atención la cantidad de jóvenes practicando baloncesto, gimnasia (barra fija) anillas y potro; no habían mas aparatos (todo al aire libre). El entrenador recuerdo que era de apellido Rodríguez, los que hacían ejercicios con pesos lo hacían con pesas de hechas de cemento con latas de leche KLIM, los jugadores de voleibol y lo que me llamó más la atención fueron dos cosas, a un hombre que hacia gimnasia en esos aparatos sin protección alguna (colchonetas por ejemplo) por su contextura física, después supe que su nombre era German Garrido y que no solo hacia gimnasia sino todos los deportes y lo otro a los jugadores de baloncesto porque hacían todo de una manera tan disciplinada al mando de un señor, mal encarado, gritón. Esas horas no fueron las únicas en el Parque Los Caobos, fueron muchas que me llevaron a hacer amistad con los basquetbolistas, Francisco Paco Diez, los hermanos Bolaños, Cecilio, Manuel y Enrique, Pototo Ostos, Orlando Benavides, a Tarzan Herrera, a Armando Naranjo (el periodista y a su hermano a quien llamaban “nene” y medía como 2 metros, a los hermanos Raytler, ahhhh y a un personaje que lo llamaban el “loco Willy” no se porque, porque de loco no tenía nada. Algunas noches nos íbamos todos a un restauran muy famoso para la época a tomar refrescos, por la Av. Andrés Bello creo, otras cada uno a su casa. Me acuerdo que la mayoría de las veces me venia caminando, la ruta, la avenida de los Estadios Universitarios, Av. Roosevelt, la Nueva Granada, la Gran Colombia, el Nuevo Prado y llegaba a mi casa agotado pero feliz para en la mañana temprano el ritual de mi mama y mis hermanas a revisarme las manos, las uñas, el aliento de la boca; los zapatos el guarda polvo y los chicharrones y a las 7 am ya estaba en la Escuela Francisco Pimentel para recibir clases, fueron muchas vivencias para tan corta edad, pero me han hecho tan feliz y a la vez desdichado al ver como hoy día nadie, mucho menos los muchachos puedan tener la libertad de desplazarse por la ciudad y conocer su Caracas por miedo a que lo maten o abusen de ellos. El Sr, Gruñón era un hombre muy querido en el deporte, maracucho, después que lo conocías no había manera de dejar de ser su amigo, Gastón Portillo, que como cosas de la vida al pasar los años fui su Jefe en la Universidad Simón Bolívar, hasta que le conseguí su jubilación de Educación con la esposa de un gran amigo y compadre…..hasta aquí el cuento, son las 6 de la mañana... buenos días a todos!!!

Variedades Deportivas Televisora Nacional Canal 5


Variedades Deportivas Televisora Nacional Canal 5 (segunda parte)


PROYECTO CIARD - Centro Internacional de Alto Rendimiento Deportivo. Proyecto Propiedad de John Muñoz






La lámpara de Diogenes 02


La lámpara de Diogenes


Documental Institucional CANTV 1995


Reconocimientos. Jubilación de la USB. John Muñoz


Los Superdotados 50 años Infografías Últimas Noticias. John Muñoz


Los Superdotados 50 años Infografías Últimas Noticias. Rafael Romero


Los Superdotados 50 años Infografías Últimas Noticias. Eleazar Díaz Rangel


50 aniversario de los Juegos Iberoamericanos de Atletismo. España 1962


Madrid 1962. Una generación eterna. Los Protagonistas


La Universidad Simón Bolívar y su Deporte


La Universidad Simón Bolívar y su Desarrollo Deportivo


John Muñoz 1989. Deportes. CSB


John Muñoz 1990. Deportes. CSB


jueves, 28 de julio de 2016

John Muñoz atleta internacional, miembro del Salón de la Fama del Deporte Venezolano. Miembro del Salón de la Fama del Atletismo Nacional, Miembro del Salón de la Fama del Atletismo Sudamericano. Jubilado de la Universidad Simón Bolívar...